EXPOSICIÓN PINTURA Y AUDIOVISUAL “NIGHTDRIVE”
JAVIER PARRA
LOS ALCÁZARES-CASA CONSISTORIAL
Hasta el 29 julio. De lunes a viernes, de 9,00 a 14,00h.
Fuente: Ayto. Los Alcázares-ICA
Javier Parra, (Murcia, 1994), es un artista multidisciplinar interesado principalmente en la pintura figurativa y el arte audiovisual. Fascinado por el manga y la cultura japonesa, comenzó a crear sus primeros dibujos a la edad de 11 años. A raíz de esta pasión, continuó investigando y adentrándose en el mundo del arte, descubriendo así a los grandes maestros de la pintura occidental.
Como resultado, comenzó a crear una pintura figurativa realista. Sus estudios en Bellas Artes le llevaron a explorar nuevas técnicas y formas de expresión a la vez que desarrollaba su universo personal. Sus viajes a este mundo interior se traducen en un diálogo entre artista y obra, generando piezas que transmiten una sensación perturbadora, algo entre la perversión y la inocencia. Estas experiencias, fusionadas con la estética del manga, la búsqueda de la identidad y la cultura contemporánea, conforman su práctica artística en la actualidad. Los cuadros que Javier Parra presenta en Nightdrive son un reflejo de la particular mente del artista que continuamente empuja los límites de nuestras expectativas. Nos presenta escenarios donde los personajes desarrollan vidas intergalácticas en las cuales se cuestionan su identidad y razón de ser. Clavan su mirada en el espectador en busca de un punto de conexión personal que les haga buscar en el interior de su mente y sueños, haciendo que estos reflexionen sobre sus ambiciones, deseos y miedos.
Durante su proceso creativo, el artista deja de lado la intelectualización de sus obras y se dedica a crear de forma pura, dejando que las emociones y sentimientos guíen su mundo. El mundo de las obras de Parra no está restringido por las normas ni por las convenciones sociales. Sus cuadros no encajan en un estilo o movimiento concreto, pero pueden relacionarse entre sí por su estética, personajes, símbolos y motivos recurrentes.
El artista recurre a ocultar, tapar y manipular los rostros, convirtiéndose en una marca de sus cuadros. Esto es un reflejo de los conflictos de personalidad del propio creador, el cual usa algunos de sus personajes como alter ego para introducirse en las obras y formar parte del universo que ha creado.