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Saludos, amig@s de ALMURARTE. 

Os dejamos un pequeño reportaje de textos y fotos sobre nuestra reciente visita cultural a La Unión y a Portmán del pasado 30 noviembre, para conocer su patrimonio histórico y artístico. En primer lugar, agradecemos enormemente a David Blasco, concejal de Turismo, las gestiones para que esta visita haya resultado un verdadero placer; a Gonzalo Vicente, director del Museo Minero, por sus gratas e ilustradoras orientaciones sobre los lugares y monumentos visitados; a Ginés L. Vicente, párroco de la Iglesia del Rosario, por sus explicaciones sobre el patrimonio religioso; y a Lola del Museo Arqueológico de Portmán, por su atenta bienvenida.

Geográficamente, las sierras mineras de Cartagena-La Unión poseen materiales del Precámbrico y del Paleozóico (500 millones años) y del Triásico 250 millones años, lo que dio lugar a una intensa actividad volcánica y mineralización. Se formaron rocas ígneas y metamórficas: micaesquitos, grafitos y cuarcitas, con el color característico del gris oscuro, negro y rojizo (existencia de óxidos de hierro). Históricamente, la explotación de las minas siempre ha sido el motor socioeconómico y político y de control del territorio. En la Antigüedad: tras la 2ª guerra púnica entre Roma y Cartago (209 a. C) Escipión el Africano al fundar Carthago Nova puso interés en la extracción de plata, plomo y otros minerales, lo que contribuyó al florecimiento de la Hispania romana. De ahí que a la localidad de Portmán pronto se le denominara “Portus Mágnum”, dada su importancia.  Según el historiador Estrabón, llegaron a trabajar en estas sierras unos 40.000 esclavos. En el siglo II se produjo un abandono por agotamiento de los recursos, siguiendo largos siglos de explotaciones esporádicas. En el siglo XIX, Fernando VII liberaliza el sector (1825) y se formaron diversas sociedades y fundiciones de plata, con afluencia numerosa de  inmigrantes y jornaleros, surgiendo pedanías espontáneamente:  El Algar, El llano del Beal, La Unión o Portmán. En el último tercio S.XIX se construyó el ferrocarril Cartagena-La Unión, que todavía perdura, y la intensa actividad minero-metalúrgica dio paso a una rica burguesía industrial cartagenera que se hizo construir palacetes y lujosas mansiones modernistas: el  Gran Hotel, la Casa Maestre, el Palacio Aguirre o la Casa del Piñón ya en La Unión. En torno a 1868, con la 1ª República, se produce la fusión de las pedanías en La Unión, otorgándosele la categoría de ayuntamiento propio, no sin ciertas rivalidades con Cartagena por la competencia de circunscripciones.

Ya en el siglo XX: la minería subterránea se practicó hasta los años 50, hasta que unos años más tarde la Sociedad Minera Peñarroya explotaría las minas a cielo abierto, no sin grandes costes medioambientales en el proceso de transformación de los minerales: se calcula que se vertieron más de 70 millones toneladas de estériles a la preciosa Bahía de Portmán, colmatando su extensión. En 1990 se paralizó el vertido por el peligro de contaminación, además de la crisis bursátil por la baja cotización de los metales. En la actualidad, por la sierra unionense existe una diseminación de construcciones mineras, casetas, castilletes, chimeneas, etc. que forman parte de la arqueología industrial del paisaje.

La CASA DEL PIÑON (Bien de Interés Cultural desde 1987) diseñada y construida por los arquitectos Victor Beltrí y Pedro Cerdán en 1905, fue propiedad del rico minero Joaquín Peñalver Nieto, apodado “el Piñón”, concebida para viviendas de lujo para familias acaudaladas. Suponía la expresión de la riqueza de la nueva burguesía minera, dada la grandilocuencia de su concepción. De tres plantas, se trata de una latente muestra del eclecticismo artístico murciano en arquitectura, con fachada longitudinal con motivos neoclásicos, neomudéjares (ladrillo), florales, y frisos y sendas cabezas de leones donde descansa el balcón, arcos de medio punto en la planta baja, pilastras decoradas, ménsulas, además de una elegante balaustrada corrida superior interrumpida por un frontón semicircular.

Está realizado de ladrillo, piedra y hierro, y en el interior destacan las escaleras que se iluminan cenitalmente por las claraboyas existentes en las cúpulas de remate.

 

Hoy en día alberga buena parte del legado artístico del pintor local Asensio Sáez, con diversas obras y muebles de mediados del siglo XX, además de las dependencias del Ayuntamiento y la  Oficina de Turismo y el Museo del Cante de Las Minas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL MUSEO CANTE DE LAS MINAS también se encuentra en la misma Casa del Piñón y supone un recorrido por la historia de La Unión, basado fundamentalmente en los cantes mineros, descubriéndonos la dura realidad del trabajo de la mina y las circunstancias vitales que llevaron al nacimiento de esos cantes.

 

Se trata de un recorrido por la historia del Festival Internacional del Cante de las Minas desde 1961, con su archivo documental, audiovisual y gráfico, una referencia internacional del flamenco. Trofeos del certamen, una colección de carteles de las sucesivas ediciones, una gran maqueta del Antiguo Mercado (sede del Festival) y hasta una escultura de gran tamaño de Martín Chirino son los protagonistas de las salas.

EL MUSEO MINERO La trayectoria histórica y cultural de La Unión no se entendería sin tener presente la historia minera que envuelve todo el pasado y presente unionense. Al respecto, el museo minero es testimonio de la dureza de la labor minera y es un homenaje al colectivo de aquellos trabajadores. Edificio del arquitecto José Mª Chacón, su fachada es la del antiguo Liceo de Obreros (Pedro Cerdán, 1901).

 

 

 

 

 

También alberga el último Malacate utilizado (de unos 100 años), un artefacto para la extracción vertical de los pozos con animales de carga.

Y en la planta-sótano asistimos bajo una luz indirecta que alude al ambiente de una mina, a una representación de los elementos de la industria durante más de 2000 años en la Sierra Minera Cartagena-La Unión.

En las vitrinas de sus salas se exponen piezas de gran valor patrimonial, una presencia valiosa del sistema productivo de varias épocas, con unos 300 útiles vinculados a lo minero-metalúrgico: carburos, explosivos, picos, cascos, capazos…etc.,

… una colección de 200 variedades mineralógicas de gran interés y belleza, y un conjunto de carteles y fotos de época con los protagonistas trabajadores.

 

Y es el primer museo que homenajea a la mujer esposa y viuda (dado el gran número de accidentados en la mina durante décadas)

EL ANTIGUO MERCADO (1907-Víctor Beltrí, B.I.C. 1975)) en sus inicios fue concebido como mercado público gracias a la prosperidad económica de La Unión.

De arquitectura modernista, posee una soberbia estructura ecléctica de vidrio y hierro, y junto al Gran Hotel de Cartagena forma parte del estilo más representativo de principios del siglo XIX. Dispone de una fachada ornamentada con ventanas de inspiración góticas geminadas, agrupadas de tres en tres o de cinco en cinco, y un cupulín en la portada principal. Los muros exteriores son de mampostería, con ventanas agrupadas verticales con celosías.  El remate se consigue con formas puntiagudas y vegetales en los pilares, con pináculos de gran singularidad (forma de flor de lis, redondos o apuntados) Detalles eminentemente de arquitectura modernista.

El interior es de cruz latina, con brazos desiguales, y una imponente cubierta octogonal de fundición, en la intersección de las dos naves, cubre casi todo el edificio. A diferentes alturas, la cúpula permite una iluminación cenital, y las formas elipsoidales del conjunto son parte de una vanguardia de enorme impacto.

 

En el Antiguo Mercado se celebra desde 1961 el prestigioso Festival del Cante de las Minas, con primeras figuras nacionales y gran aceptación, no en vano, al fastuoso edificio se le denomina “Catedral del Flamenco”

 

 

 

 

 

 

IGLESIA DEL ROSARIO, Patrona de La Unión.

Realizada por el arquitecto Justo Millán, al exterior resalta una cúpula sobre tambor revestida de tejas de mármol azul y un campanario. También cobran prestancia los pináculos de la fachada. Su amplitud fue concebida a causa de la gran afluencia de creyentes que habitaban un pueblo en continuo crecimiento, gracias al empuje económico minero. Se estructura conforme a un monumental espacio con diversas capillas en los laterales, donde se ubican las imágenes de la Semana Santa de La Unión, como la Virgen del Rosario del escultor Manuel Carrillo y el Cristo de los mineros del escultor valenciano José Geriqué (1913). Son figuras policromadas y estofadas y la de la virgen está concebida con un color moreno de piel, en alusión al pueblo minero unionense.

La austeridad decorativa y la luminosidad interior gracias a sus muros blancos son características destacables.  Su arquitectura combina elementos barrocos y neoclásicos, y el altar mayor se decora con escenas bíblicas y santos en relieves vistosos. Las vidrieras coloridas y la alta cúpula iluminan el interior de manera cenital y efectiva.

Por su sobrecogedora concepción, destaca la obra mural del pintor local Paco Conesa fallecido hace unos años, “El triunfo de la iglesia” ubicada tras el altar, que recrea  un abigarramiento de figuras humanas de un gran valor expresivo gracias al estudio anatómico y plástico. Igualmente, impacta la figura de la Virgen doliente con una calavera y un Cristo yacente de enorme patetismo, frente al mural.

 

 

MUSEO ARQUEOLÓGICO PORTMÁN  Se trata del antiguo Hospital de Caridad, hecho construir por el emblemático “Tío Lobo” de Portmán a principios de siglo XX. Fue un pequeño edificio donde se asistía a los primeros enfermos o accidentados de la mina, para luego trasladarlos a lugar más apropiado. En la actualidad, se conservan los vestigios, útiles, minerales, pinturas murales y restos arqueológicos de época romana de la villa cercana del Huerto del Paturro (ss. I a. C.-III d.C.), con ánforeas y teselas de mosaicos de gran destreza y vistosidad.

CASA DEL TÍO LOBO O CASA ZAPATA. PORTMÁN.  Declarada BIC en 2002. Fue construida EN 1913 por el arquitecto catalán modernista Víctor Beltrí para el rico empresario minero Miguel Zapata, “eL Tío Lobo”, llamado así porque cuenta la leyenda que siendo un joven pastor se enfrentó a varios lobos que amenazaban a su rebaño, matando a varios de ellos. Fue una figura de gran influencia, un existoso y rudo emprendedor que llegó a relacionarse con las altas esferas políticas de La Unión.

La casa es una vivienda burguesa ajardinada con unos 3000 metros de parcela abarcando una manzana completa. El exterior se compone de una larga fachada con balcones y pilastras con cariátides a la manera clásica, enmarcando los vanos, y veneras de motivos neobarrocos en sus dinteles. Contrastan las líneas adustas del almohadillado. El mirador situado en la esquina de la fachada principal sorprende por su cúpula de aire oriental y la alta aguja con la que corona su tejado de zinc. Este mirador mezcla la forja con las molduras de madera de los ventanales.

 

El interior se encuentra en mal estado por descuido de la empresa propietaria, pero alberga elementos y estancias de gran empaque acorde con la rica familia de los Zapata.

LAVADERO ROBERTO-PLAYA DEL LASTRE. PORTMÁN

En la salida de la localidad de Portmán y situado en una pequeña colina se encuentra el “lavadero Roberto” un patente ejemplo de la arqueología industrial y minera.

Es una compleja y enorme estructura dedicada a “lavar” de impurezas los minerales que allí llegaban extraídos de la mina, lo que ocasionaba ingentes cantidades de sedimentos y estériles. Desde que se puso en marcha las extracciones de las minas a cielo abierto por la empresa Peñarroya (1957), se llegaron a verter más de 70 millones de toneladas de sedimentos contaminantes desde el lavadero Roberto directamente al Mediterráneo, hasta su paralización en 1990. Hoy sigue la controversia para recuperar la bahía de aquellos residuos tóxicos y los métodos a emplear.

El viaje terminó con una visita a la playa del Lastre, ya oscureciendo, con una luz casi mágica que nos envolvía poco a poco en sombras, pero que todavía nos permitía contemplar el puerto y la localidad de Portmán a lo lejos.

                                                               Gracias por vuestra compañía!!

Recomendamos vívamene una escapada a La Unión y a Portmán, una visita muy gratificante desde todas las perspectivas.

ALMURARTE.

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