EXPOSICIÓN PINTURA “LA RESPUESTA ERA UNA INCÓGNITA”
JUAN J. MOLINA VILLAESCUSA
EL BROCANTE DE LOLA. Murcia, Calle Cartagena, 33
Hasta el 31 diciembre
SERIE UNDERWATER
La última frontera. Donde reina el silencio, sólo perturbado por
el dulce canto de las ballenas y los delfines. Donde confluyen todas las
leyendas. Donde se guardan los secretos de milenios y prosperan criaturas
en agua hirviendo, inexplicablemente. Donde está el origen de la vida, y,
sin embargo, donde tú y yo no somos nada.
Todo el mundo decía que no se puede empezar la casa por el tejado. Pero él
se empeñaba, por pura obcecación, naturalmente, en subvertir los tiempos y
presentaba la obra terminada para realizar después innumerables bocetos y
cambios en la misma, cosa que extrañaba a aquellas personas que, rara vez,
pasaban por su estudio. Aquel rasgo denotaba un insano afán de perfeccionismo y una
insatisfacción permanente con el resultado de su propio trabajo.
ORTOGONIOS
Reminiscencias del paisaje urbano, evocado poéticamente, donde predominan
las líneas horizontales y verticales, a diferencia del paisaje natural.
LA INEVITABLE ENTROPÍA
Hay una pugna constante entre la necesidad humana de ordenar, armonizar,
clasificar, establecer algún tipo de coherencia, de formalidad, y el empeño
cósmico del desorden, del caos. En el ámbito del fundamento artístico,
creo que una de las decisiones más importantes es encontrar ese instante
mágico entre lo puramente intuitivo y lo racional, cuando se confabulan
las musas y la experiencia para dilucidar una obra que sea realmente
transmisora de sensaciones diversas y complejas, como un perfume logrado
o un gran vino.
LA RESPUESTA ERA UNA INCÓGNITA
Y no podría ser de otra manera, porque a medida que avanzamos en nuestro
conocimiento de la vida, de nuestro pequeño mundo, no digo ya del propio
universo, vemos como nos damos cuenta de la verdadera medida de nuestra
propia ignorancia, abrumadora e inconmensurable. El papel del Arte no es
tanto paliar esa deficiencia sino el de reconocernos en ella y el de
nuestra propia aceptación de dichos límites, sugiriendo, más que
desvelando, y permitiéndonos degustar y saborear la riqueza y diversidad
de ofrecimientos.