EXPOSICIÓN HAND MOTIF. COLLAGE E INSTALACIÓN.
MIRIAM MARTÍNEZ ABELLÁN.
CIEZA : CASAS ANDALUSÍES MUSEO SIYASA.
Hasta el 3 de mayo. De martes a sábado de 11:00 a 13:30 y de 17:30 a 21:00H / Domingo de 10:30 a 14:00H. Cerrado Viernes Santo y Domingo Resurr.
Coordina: Rosa Miñano
Las Casas Andalusíes del Museo de Siyâsa de Cieza acogen estos días el último trabajo expositivo de la artista plástica y docente Miriam Martínez Abellán. Hand Motif, es el título de la muestra con la que la ciezana afincada en Murcia invita a una reflexión sobre la importancia de los afectos y el contacto físico en un mundo donde lo digital marca cada vez más la manera en la que sentimos. Desde una mirada femenina no exenta de crítica social, Martínez Abellán encuentra en la gestualidad de las manos una poderosa herramienta expresiva, que por su sinceridad comunicativa transciende el lenguaje hablado o escrito. Un proceso que la ha llevado a ahondar en sus propias raíces y en la memoria.
Se trata de un importante conjunto de obras, setenta en total, en las que ha trabajado intensamente los últimos años. Las técnicas utilizadas van desde el collage analógico y el ensamblaje al objeto intervenido y la instalación. La muestra forma parte del Plan Espacios Expositivos EXE del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes (ICA). Según sus palabras: “Se trata de un gran puzle que dentro del extraordinario entorno de las Casas Andalusíes, invita al espectador a ir descubriendo las diferentes colecciones”.
Miriam ya expuso en estas estancias de su tierra natal en el año 2015, y nos comenta que llevar su personal proyecto a este espacio en Cieza le hace especial ilusión por su vínculo familiar y geográfico. Dentro de su conceptual y depurado trabajo encontramos una fuerza expresiva que la ha llevado a ahondar en sus propias propios orígenes. Por lo que nos encontraremos, en su personal apuesta, con juguetes antiguos y fotografías intervenidas de su abuela paterna, Consuelo, una persona muy influyente en su vida y de quien rescata incluso ingeniosos trabajos de ganchillo. Con las últimas piezas creadas, nos aproxima al vínculo con ella y su infancia. “Me interesa cómo construimos nuestra identidad alrededor de los recuerdos”, nos comenta.
En unos tondos negros de metacrilato la artista combina con recortes, surcos de pan de oro que recuerdan la filosofía wabi-sabi o la técnica del Kintsugi, que proclaman la belleza de lo imperfecto. Según sus palabras: “pretendo conseguir en cada pieza una sonoridad disonante como contrapunto a un ficticio equilibrio vital. ¿Cómo recuperar lo esencial? Apuesto por una dimensión más consciente y humanizada para una sociedad que se resquebraja y necesita de ello. En el uso de los mínimos elementos compositivos impera el silencio frente al ruido frenético que impide superar el vacío existencial. Títulos como “Resiliencia temporal”, “Hoy son las manos la memoria”, “Extravío autómata” o “Del cuerpo sin palabras” aluden a esta enigmática mirada.
Inspirada por las vanguardias, el mundo del diseño, el estilo vintage y una apasionada búsqueda de la belleza, Martínez Abellán crea un universo plástico genuino y enérgico, a la vez que delicado, cargado de simbolismo. Reinventa realidades transformando significados, resultado de la yuxtaposición de imágenes y elementos aparentemente inconexos. En sus conceptos predomina la figura femenina, una intensa reflexión sobre la misma, que se entremezcla con mensajes irónicos y sociales. Un halo de surrealismo acompaña toda su obra, de la que se desprende pura poesía visual.Foto: Andrea Glez.
Martínez Abellán cuenta con una sólida formación artística, apoyada por su amplia trayectoria expositiva en espacios nacionales e internacionales. Actualmente desarrolla diversas actividades culturales relacionadas con el proceso creativo: exposiciones, talleres, conferencias, labores de comisariado y diseño gráfico. La exposición cuenta con una pieza audiovisual titulada Hand Motif I compuesta y editada por el músico italiano Gio Croatto, en la que reinterpreta la pieza que da nombre a la muestra.
Texto: Ana Isabel Galván
Decía Derrida en su ensayo El tocar que la mano, en cualquiera de sus naturalezas (golpe, caricia) se encuentra dirigida a un otro. Es un contacto que se dirige “a un «quién» más que a un «qué», al «prójimo» más que al otro en general”. Las manos, omnipresentes en el arte, bien como detalle, bien como centro. Basta pensar en la mano que aparta a la Magdalena -Noli me tangere- imponiendo su divina distancia; en la mano hendida en la carne del muslo de Proserpina; en la mano de la Caridad sosteniendo un corazón llameante. Las manos, en efecto, parecen moverse bajo el impulso de una gama inacabable de pasiones: de la fuerza a la suavidad, de la agresión a la resistencia. Es por ello que un recorrido por Hand Motif, de Miriam Martínez Abellán, despierta y alimenta nuevamente esa pregunta: ¿a quién tocan estas manos? ¿A qué voluntad obedecen? ¿Qué son capaces de construir o destruir? La respuesta a estas preguntas podría encontrarse en las pistas que cada una de estas piezas deja tras de sí. Encontramos aquí unas manos que tocan al otro: un otro desposeído, fragmentado, pero restituido en la obra. Con su tratamiento de la figura femenina, Martínez Abellán señala la mirada masculinizada que violenta e imprime su huella asoladora; y lo hace mediante unas manos que tienen el efecto contrario: crear, preservar. Cuidar. Prácticas como el collage, el assemblage o el objeto intervenido materializan esta doble potencia de ruptura y sanación: abandonan la forma, el trazo o la función original para alumbrar un nuevo sentido. No casualmente, la artista ha escogido una disciplina que brinda la oportunidad de palpar los materiales, sondeando sus límites y volviendo al primitivo juego del arte: la sutura de las brechas inflingidas por un mundo hostil. En este acto demiúrgico, la mano puede unir lo paradójico e inconexo; tentar lo conceptual más allá de lo tangible, y hacerlo visible ante nuestros ojos. Encontramos aquí unas manos que conocen los caminos.
Martínez Abellán demuestra su comprensión intuitiva de lo háptico y lo visual en su elección de elementos, escasos (en ocasiones, incluso tendentes al minimalismo formal), pero provistos de fuerza icónica: objetos simbólicos, ingeniosas combinaciones plásticas, metacrilatos que imponen una barrera a nuestra mirada. Las manos de Martínez Abellán son silenciosas: actúan desapareciendo, permitiendo que sean los propios objetos e imágenes quienes hablen, quienes suenen, quienes marquen la cadencia de su ser. La formación musical de la artista no pasa aquí desapercibida: en la serie Hand Motif, la simplicidad cromática y las manos danzan mutuamente, generando una suerte de variaciones que encarnan la dinámica de un leitmotiv. Una melodía visual que parece emular el carácter cíclico de acciones y patrones que, a través de la cultura o de la herencia, se han perpetuado a lo largo de la historia de la humanidad. Piezas cuyo ritmo refleja la búsqueda palpitante en todo artista de vanguardia: trascender el marco de la obra y dialogar con las artes, las miradas, el tiempo. Pues encontramos aquí unas manos que atestiguan en sus surcos la fragilidad del tiempo, pero encarnan también su más poderosa némesis: la memoria. Las manos no mienten, defenderían los quiromantes: nadie escapa a la historia contenida en sus líneas. Tampoco lo hace Martínez Abellán: las manos, visibles o invisibles, de esta muestra, remiten a la historia que la trajo hasta aquí. Es ya un motivo reconocible de la artista su rescate, concienzudo, clarividente, de vestigios del pasado (recuerdos familiares, objetos o fotografías antiguas), a las que insufla el soplo de la imaginación. Una fascinación por lo analógico sólo comparable a su instinto de apropiación, que pretende enfrentar la distorsión de la verdad que el olvido y la pérdida arrastran consigo.
Encontramos aquí unas manos que entrelazan el pasado y el presente de la obra y su hacedora. Escribe Pedro Salinas: No son caricias, no, lo que repiten / pasando y repasando sobre el hueso / son preguntas sin fin, son infinitas / angustias hechas tactos ardorosos. El ardoroso tacto de Martínez Abellán es un tacto que redime y restaura, pero también hurga, interroga, resiste. Ha de ser el espectador quien, de entre las múltiples voluntades de estas manos, decida cuál prevalece, cuál conservará dentro de sí al salir de esta sala. Pues estas manos devuelven la vida a lo que quizá nunca estuvo vivo; pero esa vida, como todas, sabrá desligarse de su origen, reclamando una hermosa libertad para existir.
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Un proceso que la ha llevado a ahondar en sus propias raíces y en la memoria. Se trata de un importante conjunto de obras, setenta en total, en las que ha trabajado intensamente los últimos años. Según sus palabras: “pretendo conseguir en cada pieza una sonoridad disonante como contrapunto a un ficticio equilibrio vital. ¿Cómo recuperar lo esencial? Apuesto por una dimensión más consciente y humanizada para una sociedad que se resquebraja y necesita de ello. En el uso de los mínimos elementos compositivos impera el silencio frente al ruido frenético que impide superar el vacío existencial.” Inspirada por las vanguardias, el mundo del diseño, el estilo vintage y una apasionada búsqueda de la belleza, la artista crea un universo plástico genuino y enérgico a la vez que delicado, cargado de simbolismo. Reinventa realidades transformando significados, resultado de la yuxtaposición de imágenes y elementos aparentemente inconexos. En sus conceptos predomina la figura femenina, una intensa reflexión sobre la misma, que se entremezcla con mensajes irónicos y sociales. Un halo de surrealismo acompaña toda su obra, de la que se desprende pura poesía visual. Martínez Abellán cuenta con una sólida formación artística, apoyada por su amplia trayectoria expositiva en espacios nacionales e internacionales. Actualmente desarrolla diversas actividades culturales relacionadas con el proceso creativo: exposiciones, talleres, conferencias, labores de comisariado y diseño gráfico. La muestra cuenta con una pieza audiovisual titulada Hand Motif I compuesta y editada por el músico italiano Gio Croatto, en la que reinterpreta la pieza que da nombre a la exposición
l sábado 23 de abril a las 12:00h habrá una visita oficial a cargo de la artista.
E
Se puede seguir su trayectoria en: www.miriammartinezabellan.com