Salida del armario y lucha laboral con ORGULLO (Pride, G.B. 2014)
(Por Nona Moreno)
TÍTULO ORIGINAL: Pride. PAÍS: Reino Unido. DIRECTOR: Matthew Warachus. GUIÓN: Stephen Bersford. FOTOGRAFÍA: Tat Radcliffe. MÚSICA: Christopher Nightingale. INTÉRPRETES: Ben Schnetzer, Monica Dolan, George MacKay, Bill Nighy, Andrew Scott,Imelda Staunton, Dominic West, Paddy Considine, Joseph Gilgun, Sophie Evans, Jessie Cave, Freddie Fox, Faye Marsay.
SINOPSIS:
En una cuenca minera del suroeste de Gran Bretaña estalla una huelga que se prolonga de manera indefinida, convocada por el Sindicato Nacional de Mineros. Son los años ochenta de reconversión industrial y energética, y la primera ministra Margaret Thatcher ha optado por ningunear a los trabajadores e imponer su criterio. Pero en Londres, un grupo de gais y lesbianas va tomando conciencia del mal momento que están pasando las familias mineras, y deciden recabar dinero y apoyos para solidarizarse con ellos, tomando como base la celebración del mismo día del Orgullo Gay. Algunos sindicalistas quieren desentenderse de los activistas del Orgullo, pero éstos viajan a la pequeña ciudad minera logrando una lucha colectiva que repercutirá socialmente en todo el país.
CONSIDERACIONES
Orgullo fue nominada a mejor película en los Globos de Oro, y consiguió el máximo galardón en los premios Gaudí y en el British Independent Films Awards, obteniendo el BAFTA al mejor director.
Desde el primer momento llama la atención en Pride un contexto sociolaboral de lo más inusual: la solidaridad mostrada por un movimiento en defensa de los derechos de los homosexuales hacia un grupo de mineros en huelga. No deja de resultar algo chocante que dos grupos sociales tan heterogéneos se pongan de acuerdo para protestar contra la injusticia de las instituciones. Pero tales acontecimientos ocurrieron realmente a mediados de 1984 en un pueblecito apartado de Gales, donde varios miembros de la LGSM, Lesbians and Gays Support the Miners, viajaron a dicho lugar del conflicto, además de manifestarse sin ambages por las calles de Londres. Esta realización ha sido muy criticada por varios expertos con la justificación de ser un vano espectáculo cinematográfico, pero lo cierto es que pocas realizaciones se han comprometido a exponer honestamente una cuestión tan delicada, al dignificar a aquellos activistas que, desde su integridad, apoyaron libremente a unas familias en un estado de enorme carencia social y económica.
Todo podría parecer no demasiado extraño hoy en día, si no fuese porque hace tan sólo muy pocas décadas muchos homosexuales todavía tenían que andar escondidos a causa del más rancio prejuicio social (incluso con el de algunos defensores de los trabajadores). Con todo, aquellos británicos y británicas “diferentes” echaron el resto de su coraje ante una sociedad que todavía no estaba preparada para aceptarlos.
Fuente: Cuatro Críticos
El desenlace no consigue el triunfo total, pero sí nos deja un mensaje esperanzador. Se nos dice que, ante la adversidad de la vida, siempre habrá espacio para el humor, la lucha y, sobre todo, la amistad, obviando el sentido del ridículo. Hay momentos de amargura ante el futuro inexorable, pero se transmite optimismo gracias a esa unión rocambolesca de huelguistas y activistas homosexuales. Se trata de una película emotiva, protagonizada por los estereotipos de una minoría urbana y moderna y de una comunidad rural y aislada; con este choque, se van sucediendo diversas escenas que brillan tanto por su sentido como por su buen hacer técnico; algunas son dramáticas y otras están llenas de picardía y frescura. Entre los bellísimos paisajes de Gales, en esta película coral el reparto se asienta en unas actuaciones de gran empaque, con ciertas situaciones alocadas y muy sugestivas. La ambientación ochentera del vestuario y del entorno urbano consigue gran verosimilitud, en una pequeña historia de lucha y coraje pese al aparente frivolidad de la situación.
El final es sencillamente conmovedor.
N.M.