EXPOSICIÓN “ANTROPOCENO” DE JOAQUÍN LUCAS
BENIEL – CENTRO CULTURAL SALA EXPOSICIONES PEPE RUBIO
Hasta el 18 de noviembre.
De lunes a viernes de 9.30 a 13.30. De lunes a jueves de 16,00 a 20.00 horas
Texto: Pepe Hernández Rubio
Por fortuna, en la Historia del Arte Contemporáneo han sido numerosos los artistas, los estilos y los movimientos que han apostado por reivindicar determinadas cuestiones relacionadas con el cuidado del Medio Ambiente. La emergencia climática, la necesaria biodiversidad, la sostenibilidad en el crecimiento, la práctica del reciclaje… son nociones que ya desde hace décadas algunos movimientos pioneros pusieron en marcha, concienciados ante la mala praxis del ser humano para con su hábitat natural, el planeta Tierra. El Land Art, el Arte Povera y, más recientemente, el Ambiental Art, han sido tendencias cuyas estéticas forjaron, y aún siguen forjando, un significado de alerta y de preocupación por la deriva ecológica nuestro mundo.
Al respecto, el sentido de la exposición ANTROPOCENO nos orienta de manera directa sobre “una conciencia ecologista, basada en la realidad medioambiental que está asfixiando al Planeta”, como apunta María José Cárceles. La comisaria también nos introduce en el término “Antropoceno”, como época protagonizada por el impacto del ser humano en la Tierra, con consecuencias nefastas, teorías avaladas y razonadas por prestigiosos grupos de geólogos y de científicos. Con todo, es el sugestivo conjunto de obras de Joaquín Lurod el que sintetiza las ideas anteriores. En efecto, la contemplación de cada uno de sus cuadros no nos deja indiferentes. Porque todos proceden de un trabajo meditado, donde la estructura de técnicas mixtas con materiales de desecho incrustados (restos de latas, vidrio, plásticos…) adquiere una relevancia de primer orden.
No obstante, el artista también muestra el mismo mensaje en otras obras de corte más convencional. Se agradece su inventiva creadora para lograr un impacto que nos transporte más allá de la reflexión, por otra parte, urgente. La jugosa imaginación de Joaquín no está reñida con la coherencia de su propuesta artística. Su sensibilidad plástica le lleva a “visibilizar la situación actual de emergencia medioambiental, a nivel global y local”, como añade Cárceles.
Bienvenido sea este tipo de exposiciones “concienciadoras” sobre la realidad latente que nos rodea. Porque no solo se trata de un arte que reclama respeto hacia la Naturaleza. También se trata de un arte inaplazable en un mundo de posglobalización incierto, “…que necesita capacidad de articular una acción colectiva para dar respuesta a los retos globales, medioambientales y sociales”. (Federico Mayor Zaragoza -exdirector General de la UNESCO y Presidente de la Fundación Cultura de Paz) .